En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:10)Desde que Cristo vino a mi vida, vivo en agradecimiento por el amor que Él ha derramado y sigue derramando en mi corazón. En el tiempo que yo no conocía de Cristo recuerdo aquellos momentos en que yo culpaba a Dios por las cosas que no me salian bien, mi rebelión contra Él probocaba maldecir y quejarme de aquel que me amó hasta la muerte. En ese tiempo yo era un ignorante de lo que decía la Palabra de Dios en cuanto Su amor por todos los pecadores, y de como se ofreció en propiciación por nosotros. La Palabra dice:
Un lugar en la Blogosfera, que te invita a acercarte al Salvador del mundo, a Jesucristo. Una meditación para cada día.
jueves, 11 de marzo de 2010
La maravilla de su amor
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