martes, 16 de marzo de 2010

Perdónanos nuestros pecados


La Biblia nos enseña una ley que está pasando desapercibida por mucha gente en el mundo, es la ley de la siembra. Como toda ley que Dios establece no puede ser saltada ni quebrantada por nadie, esto lo podemos ver claramente en la agricultura, lo que se siembra es lo que se cosecha, nadie duda de esto todos sabemos que si en un terreno preparado se siembran la semilla de la manzana, como fruto ya crecido y madurado tendremos manzanas. Con esto no estoy dando enseñanza  del cultivo, lo que quiero aclarar es que también hay otras clases de semillas que estamos sembrando y como resultado de la siembra no nos gustaría obtener el fruto que da como resultado. Para ir al grano la palabra de Dios también enseña que la ira, el rencor, la mentira, el odio, son semillas que lanzamos a nuestro prójimo y cae en el corazón, como toda semilla brota y despues lo mismo que nosotros hamos lanzado a otros, vuelve hacia nosotros.