sábado, 20 de marzo de 2010

Una vida no tiene precio


1Pedro 1:18 sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata,

19 sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.


Hay personas que arriesgan sus propias vidas para salvar a otras que está en peligro de muerte, como las que han sufrido las sacudidas de terremotos, las que han sido enterradas por aludes de nieves, o los que se han perdido en el mar. Sólo una persona que arriesga su vida por salvar a otra, a comprendido lo valiosa que es la vida.