miércoles, 9 de septiembre de 2009

SALMO 6

SALMO 6

Dios es poderoso para librarme en tiempo de problemas

depresion depresion-post-parto
Hay momentos en nuestras vidas que nos sentimos turbados, débiles y desprotegidos. Son momentos en los que nos damos cuenta de los errores que hemos cometidos y que nos han conducido a esta situación. Después de esta experiencia puedes tomar la decisión de encerrarte en tu habitación, aislarte de todo el mundo, dejarte arrastrar por la depresión, consumirte por el dolor la angustia o hacer como este salmista que reconoció sus errores y clamó a Dios,
prometiéndole de que nunca se separaría de el y rogándole que no lo castigara con enojo.

Cuando nos acercamos a Dios con un corazón contrito y humillado, Dios nos oye y sana nuestra enfermedad, nos saca de ese pozo de depresión y angustia, en esos momentos es cuando nos podemos sentir abrigados por su amor y su perdón, nos damos cuenta de cuán bueno es estar cerca del Señor y renovamos nuestro pacto con el deseando no romperlo.
La falta de amor hacia Dios y nuestros semejantes, trae angustia y dolor a nuestra vida.
Oración:
Señor, reconozco que he pecado contra ti, que me he alejado de ti por mi ignorancia por mi error, te ruego que me perdones y sanes mi dolor. Ayúdame a no caer más en el error porque no quiero separarme más de ti.
Mi deseo es amarte más y más en el resto de mi vida y compartir ese amor con los que me rodean.
Te doy gracias por lo bueno que has sido conmigo, y reconozco que es por tu amor que sigo vivo, porque tu misericordia es nueva cada mañana y tu fidelidad cada noche.
Gracias por tu Hijo Jesús, por el amor derramado en la cruz del calvario, y es por eso que soy sano y salvo, te bendigo en su Nombre que es sobre todo nombre. Amén.

Salmo 6

Al músico principal; en Neginot, sobre Seminit, Salmo de David.
1

2


3
Jehová no me reprendas en tu enojo,
Ni me castigues con tu ira. (Sal 38.1; 2.5)
Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;
Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen. 
    (Sal 51.1; 102.4,11; 41.4; 22.14)
Mi alma también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? (Jn 12.27; Sal 90.13)
4

5
Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia. (Sal 17.13)
Porque en la muerte no hay memoria de ti;
En el Seol, ¿Quién te alabará? (Sal 30.9; Is 38.18)
6


7


8


9

10
Me he consumido a fuerza de gemir;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas. (Sal 69.3; 22.1; 42.3)
Mis ojos están gastados de sufrir;
Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
    (Sal 31.9)
Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová a oído la voz de mi lloro.
    (Sal 119.115; Lc 13.27; Sal 5.5; 28.6)
Jehová a oído mi ruego;
Ha recibido Jehová mi oración. (Sal 116.1; 66.19,20)
Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;
Se volverán y serán avergonzados de repente.
    (Sal 71.24; 40.14; 73.19)
Jesús cambió mi lamento en gozo.
Felicidad felicidad3

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar · Me gusta