sábado, 27 de marzo de 2010

¿El amor a mí mismo o el amor a Dios?

Juan 10:10b "(Jesús dijo) ... yo he venido para que (las ovejas) tengan vida, y para que la tengan en abundancia."
Gálatas 2:20 "Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."



En mi relación con Cristo, he aprendido el amor, la estima y la realización de mí mismo. Al conocer más de Su amor por mí y del prójimo, me he olvidado de preocuparme de mí autoestima por mi mismo. Cuanto más voy conociendo la persona de Jesucristo, su belleza su hermosura, (la cual vemos en su creación), todo lo que el hizo por nosotros al morir en la cruz del calvario, no pasa desapercibido el valor que tenemos nosotros para Él. Por ese gran amor Dios conquistó mi corazón, Él forma parte de mí, está en mi corazón, y desde que Él esta en mí, gozo de una vida abundante debido a su sobreabundante perdón, amor y dirección.



Existe una esperanza viva, que cada día vislumbra con más fuerza, esa esperanza la puedo experimentar en Cristo, sus palabras viven en mí, y palpitan cada vez que lo busco en oración y al leer su Palabra bendita. Su discípulo Simón Pedro llegó a decir en (Juan 6:68) "Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.".



Busque de una iglesia donde se predique "sola Escritura, sola gracia, solo Cristo, por medio de la fe sola".


Juan 14:6 Jesús le dijo*: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí."

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