viernes, 12 de marzo de 2010

El espejo de nuestro corazón


La Biblia es el espejo de nuestro corazón, cada vez que la abrimos y empezamos a leer vamos conociendo lo que somos, pues ella "discierne los pensamientos y las intenciones del corazón". El egoísmo, la soberbia, la mentira, la impureza, etc no se pueden ocultar ante los ojos del Señor.
Sólo con la ayuda del Señor, a través de su Palabra, podemos cambiar la aptitud de nuestro corazón y moldearlo a la imagen de Cristo.


Cristo es nuestro modelo a seguir, su Palabra refleja el amor y la compasión que tuvo por los demás, nuestro camino es Él y lo descubrimos al leer su Palabra.

...y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniendola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insisitieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en el medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. (Juan 8: 1-11)

No olvides de examinar tu corazón a través del espejo de su Palabra cada día, hazlo así, como te miras cada mañana en el espejo antes de salir de tu casa a hacer las labores.

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