viernes, 19 de marzo de 2010

La muleta ilusoria

Isaías 55:1 Todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tenéis dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin costo alguno.

2 ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia? Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno, y se deleitará vuestra alma en la abundancia.

3 Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros un pacto eterno, conforme a las fieles misericordias mostradas a David.
Mateo 11:28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.


Cada vez son más los usuarios y jóvenes que consumen algún tipo de drogas para alibiar sus problemas y malestares. Esto a hecho saltar la alarma en el plano medico-social por las consecuencias que han traido a la sociedad. Solo por este medio a menudo se ha llegado a situaciones desesperantes. El título de este artículo se refiere al título de un articulo consagrado al consumo de estupefacientes.
Hasta hay quienes se atreven ha denunciar que Dios es una muleta ilusoria, una alucinación, para los que son débiles para aceptar que la vida carece de sentido.


La palabra de Dios está destinada para aquellos que buscan el descanso real para sus almas, una respuesta a sus problemas, el alibio de las cargas y la sed por una felicidad verdadera.
¿Que debo hacer para conocer la verdadera paz? Correr a Dios, que es la fuente inagotable de toda felicidad. También debemos reconocer nuestro estado moral ante el que es Santo. Después debemos aceptar la gracia que ofrece Jesucristo, su gracia es suficiente para satisfacer la necsidad de todo hombre. Jesús murió por nosotros, y sólo por su sangre tenemos la paz, el perdón de los pecados.


1Pedro 3:18 Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu;
Colosenses 1:20 y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de El, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.

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