martes, 30 de marzo de 2010

Los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones

Salmo 119:18 "Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley...
162 Me regocijo en tu palabra, como quien halla un gran botín.
Éxodo 10:23 No se veían unos a otros, nadie se levantó de su lugar por tres días, pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas.


La mayoría de toda la gente, conoce algo de la historia del pueblo de Israel cuando era esclavo de Egipto, y de las maravillas que Dios hizo por mano de Moisés, entre las plagas que azotó a Egipto está las tinieblas que cubrieron todo Egipto durante tres días, eran tan densas que dice la Palabra que se podían "palpar", lo interesante era que los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones, la luz del Señor que disipaba toda tiniebla.
Egipto tenía muchos dioses que no pudieron detener estas plagas, dioses falsos, creados por manos de hombre, y que eran honrados por los egipcios. El Dios de Israel demostró ser el verdadero Dios, Creador de todo, el Dios que hace y deshace como el quiere y que nadie puede estorbar a sus designios.
En este tiempo en que vivimos, todavía hay tinieblas en las vidas de aquellos que no conocen de Cristo, tinieblas que sólo Él puede disipar, aún así muchos prefieren vivir en ellas, tropezando por la falta por la ausencia de la luz de Cristo que nos guía a toda la verdad.

Isaías 29:18 En aquel día los sordos oirán las palabras de un libro, y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de los ciegos verán.
Isaías 42:7 para que abras los ojos a los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en tinieblas.
Isaías 42:16 Conduciré a los ciegos por un camino que no conocen, por sendas que no conocen los guiaré; cambiaré delante de ellos las tinieblas en luz y lo escabroso en llanura. Estas cosas haré, y no las dejaré sin hacer .
Cristo quiere sacarte de esas tinieblas que atormentan tu vida y que le impiden ver la solución a tus problemas. Acércate a la luz, que es Cristo y el disipará tus tinieblas.

Salmos 119:105 Nun. Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.
Jeremías 15:16 Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, porque se me llamaba por tu nombre, oh SEÑOR, Dios de los ejércitos.
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