Filipenses 4:8 "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad."
El pecado proviene de los asuntos del corazón, el corazón del hombre siempre ha estado inclinado, hacia el pecado.
Jeremías 17:9 Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? 10 Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras."
Es fácil caer en la rutina y olvidarse de los caminos del Señor. Aún así podemos tomar la decisión de continuar en el pecado o no. En nosotros está dejar que el Señor ocupe nuestro corazón para decirle a la tentación "este lugar está ocupado".
En Lucas 11:14-28, Jesús se encontraba enseñando sobre el conflicto entre el diablo y Dios, porque algunos acusaban a Jesús de hechar fuera demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios, la conclusión es que un reino dividido no puede permanecer, y Jesús hechaba a los demonios por el dedo de Dios. Jesús limpia nuestra vida de toda la basura que el diablo ha vertido en nuestro corazón, pero lo que más desea es que le invitemos a que haga su morada en Él, para que cuando regrese el diablo lo encuentre ocupado y por lo tanto no pueda gobernarlo.
Jesús es el triunfador sobre la tentación y el pecado, si corres hacia Él en busca de socorro, Él te librará de todo mal.
Considere lo siguiente:
Hebreos 11:24 Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, 26 considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.
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