domingo, 21 de marzo de 2010

Nuestro sacerdocio





Apocalipsis 1:5 y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre,
6 e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre, a El sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

La definición de la palabra sacerdote, "Persona debidamente consagrada para ministrar en cosas sagradas como mediador entre el hombre y Dios, y para ofrecer sacrificios por los pecados de los hombres (He. 5:1; 8:1-3; cf v 6)."
Cuando entregamos nuestra vida a Jesucristo y creemos en Él, Dios nos constituye sacerdotes. Como sacerdotes tenemos una responsabilidad ante el mundo, intercedemos ante el trono de Dios en favor de los que nos rodean, a través de la oración presentamos a nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo, etc...para que Dios intervenga y perdone las ofensas, los pecados.




1Pedro 2:5 también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Efesios 2:18 porque por medio de El los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.

Tu y yo podemos hacer la diferencia, con nuestro sacrificio a Dios, podemos cambiar la historia de nuestra sociedad, Dios quiere hombres y mujeres que han sido lavados con la sangre del Cordero de Dios, para ser intercesores, que presentan a Dios los pecados del pueblo para que Dios tenga misericordia y los perdone. Sólo Jesús puede restaurar las familias, los hogares, y la sociedad, para que sean prosperos y bendecidos. Nuestra sociedad necesita de las oraciones que los cristianos levantan a Dios, para que vengan a Jesucristo y le entreguen su vida.


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